sábado, 4 de abril de 2015

¿Qué sería de nuestras vidas si se acabara la ilusión?

Acaba otro día más sin que haya pasado nada interesante, sin razones para levantarse mañana con una sonrisa y sin motivaciones futuras. Va pasando el tiempo y todo va cambiando pero permanece la duda de qué es lo que busco en la vida. Quizá el amor sea la vela que te ilumina la vida, pero poco a poco se le apaga la llama. Quizá los amigos sean el motor de la vida, pero da vueltas inesperadas y te acabas alejando de ellos. Tal vez la familia sea la fuente de la vida, pero también se va agotando. 

Queramos o no, estamos solos en el mundo, vivimos unidos pero estamos solos. Nosotros mismos debemos saber cómo afrontar nuestros problemas y cómo aprovechar nuestra vida, pero ¿cómo sabemos si de verdad estamos viviendo lo mejor que podemos? Vivimos con la conciencia de trabajar y estudiar siempre en mente, pero cuando dejamos de hacerlo, muchas veces ya no sabemos en que centrar nuestra vida, pero las nuevas aventuras que vivimos son las que nos hacen realmente felices. 

Y ahí está el problema, vivimos muy centrados en la rutina y cuando por fin tenemos ratos libres, es cuando verdaderamente disfrutamos de la vida. Existen buenos momentos porque contrastan con los malos momentos. Pasamos la infancia y juventud estudiando para poder trabajar y ganar dinero para luego gastarlo. ¿Es eso de verdad una meta en la vida?. 

Pero bueno, qué remedio, habrá que seguir pasando los días buscando metas continuamente para que pase más rápido la vida y que en un futuro te sientas orgulloso de que conseguiste las metas que te propusiste pese a que sólo te sirvieran por un sentimiento llamado ilusión. Pero al fin y al cabo el más valioso, porque ¿qué sería de nuestras vidas sin la ilusión?

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